martes, 30 de octubre de 2012

XV Media Maratón de Fuenlabrada 2012

XV Media Maratón de Fuenlabrada


La decisión estaba tomada y el día 28 del mes de octubre de 2012 tomé la salida de mi primera media maratón. 
 
        Y, precisamente, fue en octubre de hace dos años cuando, casi sin quererlo, empecé a correr. Desde entonces, y sin contar un parón total por un accidente de tráfico que me dejo en el dique seco cuatro meses enteros, no he parado de entrenar y competir en diferentes pruebas, pero nunca en esta distancia, ni de cerca. Era algo impensable para mí dada mi lesión que afortunadamente ahora está controlada.

        El escuchar maratón ya daba miedo de por sí, llevase, o no, delante la palabra media. Los kilómetros a cubrir eran muchos y la cosa se hacía impensable sobre todo en esos primeros días de entrenos. Pero pasaba el tiempo, las sensaciones en mi nuevo deporte mejoraban y el fondo iba haciéndose forma en mí. Notaba que podía correr mucho más tiempo y menos cansado. Me gustaba correr y ahora gusta más aún y por eso salgo a entrenar siempre que puedo. El cuerpo agradece el entrenamiento y la mente sin quererlo se prepara sola para los grandes acontecimientos.
 
El recorrido a cubrir lo conocía a la perfección. Y es que en Fuenlabrada es donde he pasado gran parte de mi vida. Desde los dieciséis años trabajando allí y casi desde idéntica fecha perteneciendo a un equipo de ciclismo. Vamos que excepto vivir en ella,  Fuenlabrada me ha conocido como un incansable forastero.

        La salida estaba situada en el polideportivo Fermín Cacho. Las 9:30 era la hora de la salida. El frío fue la principal conversación en esta mañana dominical y es que en solo unas horas los termómetros pegaron un bajón de órdago. Por otro lado, el cielo estaba completamente raso. Seríamos alrededor de 900 participantes, de los cuales unos 200, realizarían una carrera paralela de 10 kilómetros.

        Se da la salida y al correr con tanta gente hace que no coja ritmo hasta unos cuantos metros después de cruzar la pancarta. Por fin puede correr sin mucho agobio, cojo mi ritmo reservón y tiro para adelante. Veo que la gente va deprisa, o esa, es la sensación que me da, y me pregunto si no es mucho correr para 21 kms. Yo sigo con lo mío y voy haciendo kilómetros rodeado de mucha gente por todos lados siempre. No estoy acostumbrado a esto. La mayoría de pruebas que he participado no han sido tan multitudinarias. Claro, que comparado con algunas de Madrid, esto es un grupo de amigos. Van pasando los kilómetros y se acerca el paso por la primera vuelta. Se pasa por debajo de la pancarta de salida y poco después el crono marca 10 kms. Dos chicos que visten camisetas de triatlón me dicen, tras preguntarles por el tiempo que llevamos, que en el km 10 llevamos 45 minutos exactos. Pues mucho mejor de lo que me pensaba. Estaba muy bien de piernas y de sensaciones. Me había parecido que iba reservando demasiado y con ello que mi tiempo sería mayor. Así que dije que mi tiempo podría rondar la hora treinta y cinco minutos. Desde aquí fuerzo un poquito, siempre controlándome. Ahora se corre mejor ya que el grueso del grupo se ha estirado bastante e incluso en alguna ocasión corro solo. Bueno, salvando las distancias, ya que a escasos 20 metros iba mucha gente. Los metros pasan y se me está haciendo corto. Me encuentro bien aunque noto molestias en los pies. Me duelen algo y pienso que está pasando factura el asfalto que tan poco piso en mis salidas. El tiempo que llevo corriendo sobre él no es el de costumbre y temo que el dolor vaya a más. Por momentos se me pasa pero vuelven a doler. El caso es que pienso que ya nada me detiene para llegar a meta. A falta de tres kilómetros noto molestias de verdad en el izquierdo. Pienso que es una ampolla, no es el dolor anterior,  pero duele igual, a la vez que escuece algo. Con ello me encamino al final de la carrera, esto no me para ni de coña, no es para tanto. Voy subiendo el ritmo a lo que ayuda mucho los dos últimos kilómetros que son en su mayoría cuesta abajo. Ahora se pasa el arco de la salida por su derecha y entramos dentro del polideportivo. Hay que dar casi una vuelta entera a la pista de atletismo. Aquí adelanto a dos o tres y me pego un sprint de aúpa. Oía a un corredor acercarse a mí, y como si este me fuese a quitar un puesto en el podio, me pico como un demonio. Al final me pasa mientras nos animamos, jaja. Me encanta el buen rollo en el deporte. El crono marca 1:35:42. El tiempo es muy bueno. Nunca había corrido esta distancia pero informándome y viendo tiempos similares a los míos creí que lo haría en 1:40 o más. Así que muy contento con la carrera, el tiempo empleado y las sensaciones físicas encontradas.

 
El resultado de todo esto es que salí muy contento, con ganas de más y sabiendo que la distancia la tengo ahí, que la he hecho, además en muy buen tiempo, y que ahora toca meterle caña al agua y la bici para que cuando llegue ese bendito día en 2013 pueda correr los 21 kilómetros de media maratón, igual o parecido a la de hoy, pero habiendo nadado antes 1.9 metros y pedaleado 90 kilómetros.

No hay comentarios: