Diario de Jordania

 

Hay otras vidas, pero quizá no merezcan tanto la pena. 

     Esta frase la acabo de escuchar mientras sentado, más bien recostado, en el sofá de casa, paso la tarde en compañía del canal Viajar, mi ordenador y un libro, intercambiado quehaceres de la forma que más me gusta, en total tranquilidad. Mientras, fuera, al otro lado de la ventana de mi pequeño salón, nieva a conciencia. La borrasca Filomena ha causado los suficientes estragos en el centro de la península como para dejarte en casa casi de forma obligada. No me gusta mucho el mal tiempo, pero es mucho más inspirador para algunas cotidianidades de las que a mí me gusta disfrutar. Escribir, por ejemplo. El muchacho que presenta el programa "El turista" ha pronunciado esta frase manifestando que la misma es del documentalista que tanto admira, al igual que yo, Sebastián Álvaro. No puedo sentir más envidia de alguien que ha podido viajar por todo el mundo para contar a todos sus aventuras por tantos y diferentes países. Tanto él como, sobre todo, Sebastián Álvaro, al que conozco, no personalmente, desde hace años por dirigir el famoso programa que tantos buenos ratos me ha hecho pasar pegado a la pantalla de la televisión, Al filo de lo imposible, son ese tipo de personas a las que admiro de verdad. 

Yo he podido viajar muy poco para lo que me hubiese gustado, pero estoy orgulloso de haber disfrutado a tope de lo hasta ahora viajado. 

Aquí, en este blog que hace tanto tiempo creé y donde empecé a escribir unas cuantas crónicas de algunas pruebas deportivas en las que había participado, aprovecho para presentar, dar a conocer y de alguna manera, también publicitar, el que es mi primer, y único, bueno, eso aún no lo sé, libro. 

Diario de Jordania es un trabajo que ha costado una barbaridad sacar adelante. Todo empezó en ese viaje a Oriente Medio donde cada día, sobre todo al caer la noche, anotaba en mi cuadernillo mis andaduras por el árido país asiático. Al pasar al ordenador, una vez en casa, todo lo escrito, éste iba tomando forma hasta que en un momento dado decidí encuadernarlo, más tarde imprimir ejemplares para algún familiar y amigo y más tarde hasta publicarlo. Con más miedo que vergüenza, aunque ésta aún está presente en lo más profundo de mi ser, auto publiqué lo que ya parecía ser un libro. Sin editor, sin edición de ningún tipo, sin correctores, sin maquetadores, sin colaboradores ni creadores de portada, solo yo, sin nadie en absoluto, me aventuré a dejar lo mejor posible el diario, con alguna nota extra al principio, y lo acabé publicando a través de Amazon KDP. Por lo tanto, tras mil correcciones, mil lecturas, mil arreglos, mil quito y mil pongo cosas, etcétera, lo que queda finalmente es el resultado de un largo trabajo que seguramente no se aprecie al leerlo. Por supuesto, tampoco busco esto. Nadie busca en un libro si el autor hizo tal cosa, solo busca el resultado, un buen resultado, que le deje un buen sabor de boca, y eso se consigue si el texto, como poco, por lo menos entretiene al lector. Pero bueno, quizá como excusa por lo que uno se pueda encontrar, sí cuento esto por lo arduo y complicado que me ha resultado tal menester. 

Solo espero que el valiente que tenga por bien agenciarse este libro lo disfrute mientras lee las páginas que componen este sencillo relato. No deseo nada más que eso. Aunque acepto, por supuesto, toda crítica, seguro más que evidente y de veras merecida. Siempre en la vida, todo es mejorable. 

Diario de Jordania, mi mundo, mi mochila y mis pensamientos está disponible en Amazon en formato electrónico y en libro de tapa blanda. 

Un saludo a todos y a disfrutar de la vida. No lo dudes, si puedes, viaja, y si no puedes, busca el mejor momento para hacerlo. 

Porque hay otras vidas, pero quizá no merezcan tanto la pena.

Enlace a Amazon: Diario de Jordania

No hay comentarios: