jueves, 23 de agosto de 2012

Subida a la Virgen del Espino

       Una prueba de montaña tuvo que ser para quitarme la idea de descanso en el mes que había elegido para frenar un poquito los entrenamientos. Y es que la montaña, la Sierra de Guadarrama, y la competición, son puro imán para mí.

        En la web de la misma no dan apenas información. Salvo el lugar de salida, hora y kilómetros a realizar, poco más podías saber de ella.

       Llega la tarde del sábado 18 de agosto y sospechando en la poca participación que habría me marcho dirección a la localidad serrana de Los Molinos. Una vez en el pueblo me desvío, como así indica un pequeño cartel, hacia la ermita de la Virgen del Espino. Aproximadamente unos dos kilómetros de camino hasta la zona de salida los paso en absoluta soledad, salvo el último trozo en que me alcanzó otro coche, con el solo pensamiento de que la prueba la han suspendido o algo similar. Finalmente diviso entre los árboles un arco inflable de color rojo que desentona valientemente con el precioso entorno que me rodea. Paso por debajo del mismo y me adentro en una finca donde están aparcados unos cuantos coches.
Bajo una pequeña carpa están sentados dos o tres miembros de la organización encargándose de entregar los dorsales a la fila de corredores que se ha formado. Aparco y me acerco al grupo. Ésta va creciendo en longitud y presume ser un proceso lento. Tras un rato de espera me entregan el dorsal con el irracional número 1185, difícilmente seremos más de cien participantes. En el mismo figuro como veterano B. Les digo que debe haber un error y tras unos momentos de discusión entre ellos me dicen que soy senior, -pues vale-. A alguno más le pasa lo mismo como así escucho mientras caliento al lado del resto de corredores. También comentan mientras esperamos la cola que el recorrido final no va a ser de ocho kilómetros como estaba establecido, sino de seis. Al final serán cinco. Una mini carrera, vamos. Una vez acabada la prueba y corroborada la distancia con participantes provistos de GPS salen 5,4.

       La salida es cuesta arriba, pero para bien. Un rampón nos espera nada más salir para suavizar poco después. Atravesamos una pradera sin sendero marcado ni nada por el estilo y nos aproximamos hacia la parte más dura del recorrido, la subida hasta la presa del Molino. Aquí paso a mucha gente que decide subirla andando y es que la pendiente se las trae. Enseguida hay una bajada técnica y divertida que empalma de inmediato con otro fuerte repecho muy empedrado, nada de camino. A partir de coronar este último trozo la cosa cambia y en su mayoría es en terreno descendente donde alcanzo velocidades bastante fuertes para mí. Noto que voy muy rápido pero no me encuentro mal. A unos 10 metros por delante llevo a las que serían las dos primeras clasificadas de la categoría de féminas y a las cuales me es imposible alcanzar. Llegamos al tramo final y volvemos a atravesar, esta vez en sentido inverso, la pradera. Allí también coincidimos con las categorías infantiles que se nos unen en todo el tramo final teniéndolos que esquivar uno a uno mientras los adelantamos, falta de logística supongo, bueno, y de organización en general. De hecho, un desastre. Últimos metros, hacemos un giro muy brusco para ascender en una rampa muy fuerte, de unos 20 o 30 metros, hasta la misma puerta de la ermita y volver a bajar a tumba abierta hasta la meta que supongo está debajo del famoso arco rojo. En este lugar no hay ni cronómetro y nada por el estilo. Un poco más adelante formamos una fila los corredores que vamos llegando y entregamos el dorsal. No sé como he quedado y sospecho que nunca lo sabré. Pregunto el tiempo al que ha entrado delante de mí y me dice que no lo ha parado. Le marca 26 minutos. Pues le restaremos un par de ellos por lo menos que hemos estado en la fila, hemos entregado el dorsal y hemos cogido una coca cola.

        Pues así fue, al final, y tras indagar por Internet, e incluso hablar con la organización, no hay forma de saber la posición real. Y es que fue un embrollo total lo de las categorías. Tengo treinta y siete años y corrí como senior, sin embargo un forero de FFDR me dijo que un amigo suyo de 35 quedó segundo de veterano B. Ahí queda eso.

       En definitiva, una carrera muy bonita, demasiado corta, pero con un recorrido muy recomendable a la que podrían sacar muy buen partido con una organización más correcta y más kilómetros en su trazado. Y mis sensaciones bastante buenas para ser un recorrido corto en distancia donde prima más la velocidad, cosa que llevo bastante peor que el fondo. Contento, sin más.

No hay comentarios: