jueves, 6 de junio de 2013

2º 10km Correcaminos 2013



 
Antes de contar esta crónica debo disculparme con quién corrió pagando la cuota correspondiente, así como con la organización de la Correcaminos, ya que no estoy de acuerdo en que la gente haga lo que yo este día hice, correr sin dorsal, pero, en este caso, tiene un por qué.
 

       La inscripción rondaba mi cabeza desde el mismo día que terminé la I Correcaminos hace ya un año. Pero ahora estoy más centrado en los triatlones y el día antes, o sea el sábado, corría uno en Segovia, así que opté por no apuntarme ya que creí que iba a ser una paliza competir dos días seguidos.

 

       Pero amaneció el domingo y el cuerpo pedía guerra. A sabiendas que tenía ganas de ir y que mi primo, con quien compartí la misma carrera un año antes, iba a estar presente en la prueba, la noche anterior preparé el despertador para ver si con algo de suerte me despertaba con ganas y fuerzas suficientes para afrontar los 10 kilómetros de los que consta esta carrera. Y así fue. Me levanté y, aún con algo de dolor en el cuerpo, cogí las llaves del coche y vestido ya con la indumentaria de correr me marché al gran evento.


      Dado que la zona va a estar muy saturada de coches decido aparcar en un polígono de Móstoles y ya desde aquí ir por caminos hasta la zona de salida aprovechando para calentar un poco. Apenas dos kilómetros y estoy en medio del barullo localizando a mi primo sin problema después de darme su posición vía teléfono. Viene con dos amigos más y juntos charlamos un ratito antes de empezar. Voy sin dorsal y me siento raro. Parece que me fuesen a regañar de un momento a otro. Y sin más se da la salida.

 

      Hay mucha gente, unos 800 participantes, creo, y salgo un poco atrás. Enseguida paso gente y me veo con un buen ritmo. Noto las piernas bastante bien para lo acontecido el día anterior y mantengo el ritmo prácticamente durante todo el recorrido. Voy mejor que el año pasado y pienso en bajar el tiempo aunque no apareceré en las clasificaciones. El recorrido, idéntico al del año anterior, lo conozco a la perfección, son mis zonas de entrenamiento, todo por caminos. El recorrido no tiene en sí fuertes rampas pero tampoco es llano, ni mucho menos. Los kilómetros van pasando y la meta se va acercando. Pienso si pasar bajo el arco de meta o apartarme del recorrido antes de llegar. Ignoro los avituallamientos en el recorrido, que nadie me vaya a llamar la atención por listillo, y finalmente con un poco de vergüenza, y junto a otro corredor, paso el arco de meta. Ahora sí, me aparto y salgo de la zona de llegada. No he pagado y evidentemente no voy a recoger ni detalles, ni comida o bebida, y me voy unos cien metros antes de la llegada donde está la familia de mi primo, lugar desde donde he recibido sus agradecidísimos ánimos, y junto a ellos espero la llegada de Luis y sus dos compañeros. Aplaudimos a los participantes que van llegando y por supuesto al protagonista, que superando otro día más su maltrecha rodilla ha podido completar esta dura prueba de 10 kilómetros.

 

       Al final yo realizo un tiempo de 42:01 quedando en la posición 46 de la general. En el GPS me marca 10,500 metros. No sé si estará bien del todo pero tampoco me preocupa. He bajado en tres minutos la marca del año anterior y estoy contento. Me despido de todos y vuelvo corriendo los dos kilómetros hasta el coche. Aún me encuentro fuerte. Ha estado bien. Al año que viene si no pasa nada me apuntaré como Dios manda.  Excelente carrera.

 

P.D. El lunes no era persona, me dolían hasta las pestañas.

 

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