jueves, 26 de mayo de 2011

Vuelta a la Jarosa 2011

Mi vuelta, del obligado parón al deporte.

 
  Pues aquí mi primera carrera a pie y por montaña nada menos.
       Y como llegué a esto?
       Sólo hace nueve meses que practico la carrera a pie, nunca antes había entrenado, más o menos en serio y como lo hago  ahora, y mucho menos me podía haber llegado a plantear el competir en alguna prueba. Después de haberme sido diagnosticada una hernia discal tras un entrenamiento con la bici en el que llegué a casa reventado de dolor en la parte lumbar no me quedaba otra opción que dejar de montar y en un principio hacer sesiones de rehabilitación. El médico, neurocirujano, no me dio tregua y desde el primer momento descartando la operación para ver como recuperaba el cuerpo con estas sesiones y con el fatídico reposo. Deporte cero. Yo intento por todos los medios buscar una solución y así poder entrenar algo pero aparte de su negativa tampoco yo me encuentro en condiciones y tardo mucho tiempo en notar mejoría. Tardo un año más o menos en volver a ver al neurocirujano y esta vez parece que, según una resonancia, la hernia ha mejorado y con ello el doctor me dá vía libre para que pruebe a ver que tal voy. Yo rapidamente me preparo, cambio el manillar y la potencia de la bici con la intención de mejorar algo la postura, y empiezo a entrenar. Estoy muy ilusionado pero no termino de ir bien y acabo dejándolo todo de nuevo sin remedio, sólo volviendo de vez en cuando, y con el paso del tiempo, a entrenar, no notando nunca una mejoría que me permitiera practicar el ciclismo de una manera viva y eficaz para asì sentirme agusto mientras pedaleo. En el año 2009 y concretamente en el mes de abril y después de mucho tiempo sin montar en serio, alguna salidita pequeña si que hice para matar el gusanillo, mi mujer, mi niña y yo nos alquilamos un apartamento en Saint Lary Soulan un pequeño pueblo del pirineo francés a pie de puertos de montaña con los que siempre soñé subir, famosos en su mayoría por ser citas obligadas en la carrera de ciclismo más importante del mundo, el Tour de Francia, y nos marchamos a pasar unos días que teníamos de vacaciones.
Así que no podía permitirme perderme semejante oportunidad de intentar subirlos, y sin más aparte de las maletas también nos acompaña la flaca y a ver que tal la espalda. !Sorpresa! primer día y todo de maravilla, subo el Col´d Aspin sin dolor en la espalda y con una ilusión increible. Para mí es muy importante estar en estas montañas acompañado con mi familia, y en estos asfaltos, rodeados de la majestuosidad de los Pirineos, de su inconfundible belleza, y pedaleando sobre mi bici. Me graniza en el descenso del Aspin y casi no veo pero estoy contentísimo y me da igual, una anecdota más que recordar y como un loco ruedo hacia otro puerto más, este es demasiado duro y a falta de tres para coronar me doy la vuelta, eso ahora no importa ya sé mis condiciones físicas en estos momentos, aún así el resto los subo todos sin echar pie a tiera, hay veces que ni me lo creo. Así paso los días por allí subiendo puertos preciosos, Aspin, Perysourde, Val Louron, Plad´Adet, Hourquette d´Anzizan, Addet, y por supuesto cuando llego a casa sigo entrenando y con sensaciones muy buenas, así todo el año participando incluso en alguna marcha durilla como la Carlos Sastre. Total, que acaba la temporada y ahora viene 2010 y cargado de ilusión empiezo la temporada pero algo falla hayá por el mes de marzo y mientras participo en una marcha en el pueblo de Colmenar de Oreja acompañado de mis amigos me tengo que retirar a mitad de la misma ya que la hernia está empezando a florecer, lo sentía de verdad. Desilusión total y otra vez como antes, el dolor no es tan fuerte como la primera vez pero no estoy en condiciones de entrenar igual y toca visitar al médico otra vez y ver si hay alguna solución, incluso la operación, el caso es curarme pronto.
       Una novedad esta vez. Visto el problema, el neuro me remite a la unidad del dolor para que me realicen unas infiltraciones en la columna dando un buen resultado la primera intervención pero volviendo el dolor sólo un mes después. Se quitó por completo pero duró poco. Ahora hay otra opción, similar pero algo más agresiva a la infiltración anterior. Yo ya tengo pocas ganas de bici y estoy desilusionado, no puedo entrenar con mi gente ni estar con ellos en las citas importantes de todos los años así que tras la segunda infiltración noto la mejoría pero en cuanto algún día me paso de kilómetros la espalda se me resiente algo y así no puede ser.
       Es así como después del verano y realizada la intervención quirúrgica llega el mes de octubre y decido apuntarme a un gimnasio, algo tengo que hacer, no puedo estar parado, así que a ver esto que tal me va, ya que los gimnasios nunca me llamaron mucho la atención  y por lo menos de paso hacer ejercicios que me vendrán bien para mi problema y fortalecer la zona afectada. Pues muy al contrario de lo que me pensaba fue todo un descubrimiento. Por suerte en este gimnasio la mayor parte de los allí presentess no son culturistas y en su gran mayoría veo que realizan ejercicios con otra función que la de ver crecer el músculo. Se hacen abdominales, ejercicios de pierna, etc... y por  supuesto también corren. Dado que este gimnasio está dentro de un polideportivo te permite tener un contacto rápido con el mundo del atletismo con su pista y un circuito de tierra de un kilómetro en el que poder entrenar. Así que un día me pongo unas zapatillas que tengo por casa y salgo a correr unos diez minutos con un miedo atroz ya que el médico si me prohibió la bici en su día ni que hablar del correr. Pues corro este poquito rato y madre mía! no noto dolor alguno, joder que ilusión, no me lo puedo creer, esto debería ser peor y no noto nada de nada. Veremos si sigo corriendo como va la cosa, pues de maravilla, cada día más minutos y más kilómetros y voy muy bien, me animo una cosa mala y cada día estoy mejor. He descubiero el running y me ha enganchado. Quien me iba a decir a mí que por un gimnasio conocería este nuevo mundo para mí. Ahora, cuando estoy escribiendo esto es la noche del 1 de julio, llevo un tiempo compaginando la carrera con la bici para participar en duatlones, el primero le tengo el 30 de julio en Toledo y estoy más que contento. Con la bici sigo más o menos igual, me molesta si me paso de kilómetros, de ahí el correr duatlones y ver que pasa, ya que las distancias son más cortas y nunca comparables a marchas en las que la mayoría no baja de 150 kilómetros. Aún con todo esto y con las espectativas que tengo en mente, como digo algún duatlón, triatlones y carreras populares, veremos como se va desarrollando todo, tengo un algo especial con las carreras de montaña y me llaman la atención una barbaridad. De hecho la primera prueba a la que me inscribí fue una de montaña de la cual paso a hablar a continuación.

Perfil y recorrido de esta carrera de montaña

       Como anteriormente comentaba, con la bici donde más me gustaba estar era en los puertos, subiéndolos, bajándolos, en definitiva disfrutándolos, por una simple razón, estoy en las montañas. El sentir una cordillera, una pequeña elevación, una sierra con sus valles, rios, riscos, puertos, cimas, paredes verticales, sendas, caminos, su olor a naturaleza, simplemente es la vida y en las montañas me siento feliz. Por ello y a pesar de decirme en diversas ocasiones que sería mejor que mi debut fuese en alguna carrera más llana y por asfalto yo me decanto por esta, la Vuelta a la Jarosa. Me atrae su recorrido, su distancia y leo en foros de gente que la ha hecho otros años cosas muy positivas en todos los aspectos sobre esta prueba, organización, ambiente, recorrido, etc... y por supuesto me atrae que ésta se realiza en MI Sierra de Guadarrama.
        Llega el día de la carrera, la hora prevista para que dé comienzo son las cinco de la tarde, pues a las tres de la tarde cojo camino del pueblo de Guadarrama y nada más salir de Móstoles veo la sierra completamente cubierta de nubes y muy muy probablemente esté cayendo una buena por allí. Llego por la A-6 a la altura de Las Rozas y empieza a caer pero bien y cuanto más me acerco a la sierra peor se pone la cosa, en ocasiones casi hay que pararse porque no se ve nada, y me pregunto yo, ¿con este tiempo habrá alguien allí?, dudo en algún momento en darme la vuelta ya que pienso que va a ser un viaje en balde y cuando llegue allí me tendré que marchar de vuelta para casita. Y cual es mi sorpresa, bajo un diluvio universal llego donde está situada la zona de salida y también de meta, una zona próxima a Guadarrama a la cual se llega por una carretera estrecha que da acceso al embalse de la Jarosa del que viene el nombre de la prueba. Una preciosa zona rodeada de arboles y altas cumbres que ahora están tapadas por las nubes, y como colofón al paisaje el embalse de La Jarosa con la Cruz de los Caídos al fondo. Junto al embalse o cercano a él me encuentro yo, y no solo como me suponía que iba a estar, aquí no falta ni el apuntador. El ambiente que se respira es irremediablemente bueno y buena culpa de ello la tiene el spiker que allí y bajo una lluvia tremenda anima el cotarro de una manera sublime. Nada mas llegar aparco donde me ordena un policía local y rápido marcho a recojer el dorsal pues es evidente que por mucho chuzo de punta que caiga esto se disputa seguro. Me entregan mi bolsa de corredor con mi dorsal, algo de comida, revistas, una camiseta, etc... y me marcho para el coche a esperar y prepararme. No deja de llover y pienso en como me voy a poner de agua cuando eso empiece. Va llegando la hora y coloco mi dorsal en la camiseta y como novato que soy no tengo ni idea de que leches ponerme para la carrera, dudo de todo, desde la cabeza hasta los pies. Manga larga, corta, zapas de asfalto, de montaña... no se que leches hacer. Me fijo desde el coche en la gente a ver como van y no salgo de dudas, veo de todo, la leche que ostias. Lo de las zapatillas es una odisea para mí porque mucho terreno discurre por camino y ahí me van bien las de asfalto pero por otras zonas más montañosas no irían tan bien y las de trail nunca las he utilizado corriendo y me da miedo hacerme daño en los pies, no veo a casi nadie con un modelo como el mío. Más adelante me entero que no son muy de carrera por montaña y sí más para marcha o treking. Pues con ellas salgo y después de diez minutos fuera me vuelvo al coche y me pongo las de asfalto y que sea lo que Dios quiera, estoy más acostumbrado a ellas. También me pongo una camiseta térmica y encima otra de montaña, ambas de manga corta así como unas mallas cortas. Al final de la prueba me doy cuenta de que he acertado con lo puesto, menos mal. La carrera la retrasan unos quince minutos ya que ha habido gente que le ha costado más llegar a la zona de salida debido al tiempo que reina por la zona y finalmente se da la salida. Un ambiente fabuloso, se te contagia y disfrutas, es raro pero a los deportistas nos gusta esto, disfrutas sabiendo que vas a sufrir. Aún así tengo miedo de ver como lo hago, además veo mucho galgo o eso parecen, gente muy bien puesta que tienen toda la pinta de ser unos máquinas pero luego compruebo también que como en las marchas que corría con la bici hay de todo. Se da la salida con una cuenta atrás cantada al unisono con todos los allí presentes en los cinco últimos segundos y todos a correr como leones, paso charcos, me empapo los pies, piso barro, subo cuestas, subo rampas, subo paredes, !joderr que duro¡, pero no me encuentro mal y tiro para adelante y casi siempre adelantando gente. Una imagen que no olvidaré es cuando en una durísima rampa y allá en la culminación de la misma se ve claramente y muy cerca la Cruz de los Caídos, una vista increíble.
Km 2,100 en la rampa más dura del recorrido.

       A estas alturas y cuando no se ha cumplido ni la mitad de la prueba casi ha dejado de llover, el resto se hace sin gotas de agua acompañándonos, sólo está nublado y el ambiente es fresco, para mí mejor. A mitad de la prueba se pasa a una zona de camino o pista forestal ya en casi completo descenso hasta meta. Me encuentro muy bien y bajo muy lanzado y yo diría que con miedo, parece que me embalo más de la cuenta y no controlo. Más tarde en meta y hablando con mi vecino de aparcamiento me dice que la técnica es primordial en estos terrenos y sobre todo y sin ninguna duda bajando y eso es lo que me ha faltado a mí. Espero aprender mucho y hacerlo mejor en el futuro. Después de 10300 metros cruzo la línea de meta más que contento. Me he encontrado muy bien y creo que he acabado mejor de lo que me esperaba tanto en tiempo como en posición. El ambiente sigue siendo estupendo y nos dan algo de comida y bebida que devoro rapidamente. La llegada ha sido muy bonita con un pequeño repecho hasta meta con los aplausos de los allí presentes, familiares en su mayoría. Una pena no poder haber contado con la mía en esta mi primera carrera pero las obligaciones no han dejado  tener ese aliento extra en la carrera. Para la próxima espero contar con mis dos mujeres allí esperando al tonto del padre llegar corriendo sin que nadie le persiga. El balance final ha sido muy, muy, muy positivo. Mi próxima cita esperaba que fuese el Kilómetro Vertical de La Barranca y así fue un mes después pero esa es otra historia. Una vez en casa y a través de internet veo que he hecho un tiempo total de 53 minutos y el puesto 169 de 450 participantes así como también visualizo videos de la prueba en la que se me ve muy bien como al resto y es que como decía, todo está muy bien organizado y esta organización se nota que mira por y para el corredor, y así también se garantizan una participación, como poco, parecida a la de este año. Sin duda, si nada pasa, en 2012 allí estaré.

No hay comentarios: